Si un embarazo es considerado por un médico como “de bajo riesgo”, son cuatro las ecografías que, mínimamente, se debe realizar una mujer gestante. Muchas personas desestiman la importancia de las mismas, pero son las ecografías las que determinarán, entre otras cosas, si un bebé llegará al mundo en óptimas condiciones o si el parto podría complicarse.
El ginecólogo del Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión, Carlos Vera, explicó los detalles de las cuatro ecografías básicas y destacó la importancia de cada una para resguardar la integridad del bebé y también de la mamá.
Entre las ecografías mínimas que se deben realizar tenemos: la precoz, la prenatal, la que muestra el ritmo cardiaco visible y la del descarte de hematomas.
“La precoz se realiza entre la sexta y la octava semana de embarazo y es importante porque nos confirma si el embarazo se encuentra dentro del útero. Con esto descartamos la patología conocida como el embarazo ectópico, la cual consiste en una localización fuera del útero por parte del bebé. Este es un embarazo inviable y pone en riesgo la salud de la mamá, por eso es clave esta ecografía”, dijo el doctor.
“En la prenatal se confirma la cantidad de bebés. Si es solo uno, si está dentro de su bolsa y tiene su placenta. Además, se mide la dimensión desde su cabeza hasta sus nalgas. La ecografía para ver el latido cardiaco visible se realiza después de la sexta semana y esta es la primera vez que la madre sentirá los latidos de su hijo. En tanto, la ecografía de descarte de hematomas determina si es que hay un posible riesgo de aborto”, agregó el ginecólogo.
Estas son las ecografías que ayudarán a llevar un control normal de un embarazo, pero no son las únicas. De hecho, si en estas cuatro previas las cosas no salen dentro de lo normal, el médico podría pedir una serie de análisis más para ayudar a que el parto no sufra complicaciones.
Según el caso, se puede solicitar una ecografía morfológica para ver si el cuerpo del bebé no tiene ninguna malformación. De igual modo, una evaluación de parto prematuro, nos permitirá ver el estado del óvulo y ayudará a que el nacimiento del niño no se adelante. También está la ecografía genética donde se valora si el bebé tiene probabilidad de alguna alteración genética o cromosómica, como el síndrome de down, o si hay riesgo de restricción de crecimiento.
La ecografía es un estudio de imagen, no nos permite evaluar los órganos del bebé, pero aun así sirve de base para que el médico pueda determinar algún problema en el embarazo.
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